Por M. Ángel Villa Juárez con información de Alfonso Compean, corresponsal.
Morelia, Mich., 26 de mayo de 2025.- Desde el norte bravo del país, llegó la buena nueva: la gobernadora de Chihuahua, Maru Campos, se echó un palomazo de altura al recibir en su oficina al Dr. Luis Carlos Longoria, mero mero de la Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) pa’ América Latina y el Caribe, y pieza clave pa’ que en su tierra se estén usando aceleradores lineales como si fueran armas de esperanza contra el cáncer.
Longoria, oriundo de Ciudad Delicias, fue recibido con harto orgullo por Maru, quien no dudó en echarle flores: “Gracias a usted, a ninguna familia se le ha negado un tratamiento contra el cáncer”. Y es que el vato no solo coordina a 30 países desde su trinchera internacional, sino que no se olvida de su terruño, y le ha echado montón para que Chihuahua tenga tecnología de primer mundo en la lucha contra este mal.
Antes del saludo con la jefa del estado, el doctor se lanzó al Centro Estatal de Cancerología (CECAN), junto con el secretario de Salud, Gilberto Baeza Mendoza, donde se aventó un tour para ver con sus propios ojos cómo andan funcionando los aparatos que ayudan a darle batalla al bicho.
Ahí, el científico no nomás chequeó fierros, sino que también se echó unas palabras con pacientes que andan en el proceso de recuperación. Muchos de ellos le contaron cómo estos tratamientos les han cambiado la vida y les han devuelto la esperanza, esa que a veces se esfuma cuando el diagnóstico suena fuerte.
Longoria soltó la neta sin pelos en la lengua: “Chihuahua es un ejemplo mundial de cómo se arma un proyecto chingón de cancerología”. Y no es cualquier cosa, porque en un país donde la salud pública a veces anda de capa caída, Chihuahua está poniendo la muestra de que, con voluntad, ciencia y trabajo, sí se puede.
Así que entre palmadas y reconocimientos, quedó claro que cuando hay raza comprometida como Longoria y una gobernadora que se pone las pilas, la salud deja de ser promesa y se convierte en realidad.