Por M. Ángel Villa Juárez
Morelia, Mich. 15 julio 2025.- En la Universidad Michoacana no nomás se trata de libros y exámenes. También se trata de jalar parejo con la banda que le mete todo por sus morros, por eso las autoridades nicolaitas se reunieron con las mamás y los papás de quienes están buscando un lugarcito en la Casa de Hidalgo.
Este acercamiento no es nuevo. Desde que la rectora Yarabí Ávila González agarró las riendas, le ha apostado a que la relación con las familias sea más cercana, más de barrio, más real. Nada de papeleo seco ni discursos de escritorio.
Ahí, con palabra firme y sin rodeos, Marisela Morfín Amézquita, la mera mera de Control Escolar, les dijo que en la UMSNH se están poniendo las pilas para que los papás se queden tranquilos, sabiendo que sus hijos e hijas están en buenas manos. “Aquí no se juega con el futuro de nadie. Lo que ustedes hacen por sus chamacos va a rendir frutos, y les vamos a dar una formación chingona, integral, pa’ toda la vida”, soltó.
Y no solo fue apapacho, también hubo netas: esta tercera convocatoria fue armada justo para que quienes no pudieron entrarle al primer o segundo intento, tengan chance. Una segunda vida para los sueños, pues. “Qué bueno que eligieron esta universidad. Aquí estamos listos pa’ recibirlos y también pa’ no dejarlos solos en el camino”, agregó Morfín.
En el tiro también estuvo Víctor Hugo Mercado, director de la Facultad de Ciencias Médicas y Biológicas y parte del comité que ve todo el rollo del ingreso. El profe dijo claro: los estudiantes son el motor, y la UMSNH está enfocada en darles las herramientas para ser profesionistas rifados, de esos que hacen la diferencia en el estado. “Gracias por confiar en nosotros”, remató con seriedad.
Así que ya saben, la Nicolaita no solo educa, también hace barrio con las familias. Porque el futuro se construye entre todos, desde la trinchera del aula hasta la cocina de la casa.