Por M. Angel Villa Juárez
Morelia, Mich. 28 de julio de 2025..- Mientras en otros lados se tragan la selva y tapan los ríos, en Michoacán la cosa va diferente: acá los manglares se cuidan como si fueran joya, porque lo son. La Secretaría del Medio Ambiente (Secma) echó el chisme de que ya tienen bajo resguardo más de 4 mil 400 hectáreas de este ecosistema tan vital como olvidado.
Son 4 mil 472.73 hectáreas de manglares los que están bien resguardados, según dijo el mero mero de la Secma, Alejandro Méndez López. Y no es por moda, es porque ahí vive la vida: aves, reptiles, cangrejos, peces y hasta el sustento de la pesca local dependen de ese enmarañado verde que crece entre el mar y la tierra.
Aquí se dan cuatro tipos de mangle: rojo, blanco, negro y botoncillo, todos en la lista de especies amenazadas, según la famosa NOM-059-SEMARNAT-2010. En palabras más arrabaleras: si no los cuidamos, nos los chingamos.
El terreno protegido incluye joyitas como el Área Natural Protegida Lagunas Costeras y Serranías Aledañas, que cubre 4 mil 306.75 hectáreas entre Coahuayana y Aquila; también está la zona Salinas de La Placita, con 29.10 hectáreas; El Manglito en Lázaro Cárdenas, con 20.76; y la joya internacional Laguna El Caimán, con 1,160.12 hectáreas, que hasta Sitio Ramsar se le llama por su importancia pa’ el planeta entero.
Estos manglares no solo dan chamba a los pescadores, también filtran cochinadas del agua, protegen la costa de huracanes y tormentas, y son barrera natural contra inundaciones. O sea, son el escudo que la tierra se inventó pa’ no dejarse partir la madre por el clima.
El equipo de la Secma, en alianza con la Conabio, Conanp y otras organizaciones, anda con todo: monitorean, rehabilitan y cuidan pa’ que este tesoro verde no se vaya al carajo. Porque, neta, sin manglares no hay pesca, no hay agua limpia y no hay futuro.
Así que, raza, si se topan un mangle, no lo vean como maleza… ¡es el pulmón y el plato del pueblo!