México se nos está secando y envenenando: más de 155 mil hectáreas de bosque se van al carajo cada año

Por M. Ángel Villa Juárez
Morelia, Mich. 25 de junio de 2025.- México está viviendo una verdadera desgracia ambiental, y no lo dice cualquier hijo de vecino, sino la mera secretaria de Medio Ambiente, Alicia Bárcena, quien soltó la bomba: cada año el país pierde más de 155 mil hectáreas de selvas y bosques, mientras la raza vive en lugares tan contaminados que ya les llaman infiernos ambientales. Casos como la presa El Ahogado en Jalisco o el río Sonora son prueba de que aquí la tierra llora y nadie limpia las lágrimas.

Durante el arranque del coloquio internacional Perspectivas de la Ecología en América Latina, organizado por la UNAM, Bárcena dijo clarito que la bronca no solo es reforestar y limpiar, sino cambiar el chip: ya no se puede hablar de medio ambiente sin hablar también de justicia social. Porque mientras unos cuantos hacen negocio con la tierra, el pueblo sigue tragando polvo y tomando agua envenenada.

La secretaria no se guardó nada y puso el dedo en la llaga: “Todos los días llegan permisos ambientales de las mismas cinco o seis familias, dueñas del turismo y la minería. Esa es la cultura del privilegio que estamos combatiendo”, sentenció. Dijo que no será fácil, pero que hay que romper esas asimetrías para devolverle a las comunidades lo que se les ha sido arrebatado por años.

Como parte de la estrategia, la Secretaría se propuso restaurar 50 zonas destruidas, reforestar 100 mil hectáreas de bosque y recuperar otras 100 mil de manglares, porque según Bárcena, con los 12 mil kilómetros de costas que tiene México, lo único que se ha hecho es patear el avispero y acabar con los ecosistemas.

También se subió al ruedo el rector de la UNAM, Leonardo Lomelí, quien advirtió que América Latina carga con al menos una cuarta parte de los conflictos socioambientales del mundo, la mayoría por culpa de megaproyectos extractivos en tierras indígenas o reservas ecológicas. Dijo que la ciencia no puede mirar para otro lado mientras el planeta se cae a pedazos.

Entre los asistentes al evento estuvo Annie Pardo, profe emérita del departamento de Biología Celular de la UNAM y también madre de la presidenta Claudia Sheinbaum, lo que no pasó desapercibido entre los presentes, pues su sola presencia mandó un mensaje: el tema no es de moda, es de urgencia.

Mientras tanto, el país se sigue deshojando, los ríos se envenenan, y los manglares desaparecen como si no valieran nada. Y aunque el plan ya está sobre la mesa, el tiempo no da tregua. Porque si esto no se arregla pronto, lo que se viene no va a ser ni sequía… va a ser tragedia.