Por M. Ángel Villa Juárez
Morelia, Mich., 27 de mayo de 2025.- Después de años de tener las joyas artísticas del estado empolvándose en vitrinas o bodegas medio olvidadas, Michoacán por fin le entra a la era digital. Sí, como lo oye: por primera vez en su historia, la Secretaría de Cultura (Secum) se aventó la misión de digitalizar su acervo cultural. Y no es cosa menor, porque estamos hablando de más de seis mil obras que ahora podrán ser vistas por todo mundo… sin necesidad de andarse metiendo a los museos o rogando por permisos.
El anuncio lo hizo con bombo y platillo Tamara Sosa Alanís, mera mera de la Secum, quien aseguró que esta movida no solo es para evitar que las obras se echen a perder, se pierdan o les dé el sol de más. También se trata de abrirle la puerta al arte a todo el pueblo, pa’ que cualquiera pueda chulearse una pintura o una escultura desde su compu o su cel. ¡Bendito sea el internet!
Y no van solos: se aliaron con la Secretaría de Cultura federal, la Dirección General de Tecnologías de la Información, el Gobierno Digital y el Patrimonio Estatal, todos metiendo mano para que el resultado sea fino, seguro y con estándar internacional, como si fueran piezas de Louvre, pero con alma michoacana.
Alberto Pacheco Pedraza, que coordina el rollo técnico desde la Secretaría de Cultura federal, dijo que todo el proceso va con software libre, y que la raza de Secum ya se aventó su primera capacitación para no andar haciendo el ridículo. O sea, que ahora sí le saben a la compu.
¿Y qué se va a digitalizar? Pues obras bravas, de esas que tienen valor histórico y artístico de adeveras: piezas resguardadas en el Museo del Estado, el Museo de Arte Colonial, la Casa Natal de Morelos, el Museo de Arte Contemporáneo Alfredo Zalce, y el Centro Cultural Jesuita de Pátzcuaro.
Con esta jugada, Michoacán no solo se pone al tiro con la tecnología, sino que entra directo al mapa de los estados que sí cuidan su herencia cultural, y de paso, le abren la puerta al pueblo para que disfrute del arte sin que lo frenen los horarios, las distancias o el varo.
Así que ya saben: el arte michoacano ahora será digital, público y mundial. ¡Y sin que nadie te corra del museo por tocar!