Por M. Ángel Villa Juárez
Morelia, Mich., 12 de junio de 2025.- Pa’ la raza que quiere cambiar los tacos de carnitas por un coco con mezcal a la orilla del mar, ya hay plan armado: el 4 de julio despega el vuelo directo Morelia-Ixtapa, cortesía de Volaris y la raza de la Secretaría de Turismo de Michoacán (Sectur). Ya no hay excusas pa’ no tirarse a la hamaca, porque el trayecto queda en 45 minutos, lo que dura una serie de Netflix sin anuncios.
Este nuevo puente aéreo es fruto del jale estratégico del góber Alfredo Ramírez Bedolla, y del chamba-chamba del secretario Roberto Monroy García, que andan empujando duro pa’ que Michoacán suene en los mapas del turismo nacional e internacional.
El anuncio no fue en lo oscurito: este 12 de junio, más de 200 touroperadores, agencias de viajes y demás raza del gremio turístico se lanzaron a Morelia pa’ armar la estrategia de promoción. Michoacán y Zihuatanejo se dieron la mano con un solo grito: “¡Que corra el turismo, no el estrés!”
El Monroy se aventó unas palabras pa’ prender al gallinero:
“No basta con tener un lugar bonito, hay que vender la experiencia completa. Y con estas nuevas rutas, nuestro aeropuerto va agarrando sabor y músculo”, soltó, mientras recordaba que no nomás se viene este vuelo, sino ocho nuevas frecuencias que van a conectar a Michoacán con Estados Unidos, Mexicali, Puerto Vallarta, Tijuana y CDMX.
El vuelo Morelia-Ixtapa se va a rifar tres veces a la semana: miércoles, jueves y domingos, con salida a las 13:20 horas y regreso a las 15:00 horas. El boleto arranca desde los mil 800 pesos, con todo y TUA, lo que no suena mal pa’ echarse un chapuzón.
Y por si fuera poco, Pedro Castelán Reyna, jefe de la Oficina de Convenciones y Visitantes de Zihuatanejo, también metió gol diciendo que Ixtapa es de los destinos más chonchos en conectividad aérea, y que esta alianza con Michoacán puede abrir puertas pa’ que más banda se cruce los dos estados sin tanto brinco ni escalera.
Así que ya estuvo, raza. Preparen los shorts, el bloqueador y el playlist de banda playera, que del centro al paraíso ya nomás hay un vuelo.