Morelia, Mich. 16 abril 2024.- El zoológico de Morelia se convierte en escenario de una tragedia desgarradora, marcada por la negligencia y el desastre ecológico desencadenado por la irresponsabilidad humana. La muerte prematura de un inocente cachorro de jaguar melánico es solo el preludio de un panorama desolador que envuelve a otras criaturas vulnerables.
El desfogue despiadado de agua y lodo por parte del Organismo Operador del Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento (OOAPAS) ha sumido al zoológico en una crisis de proporciones devastadoras. La pantera, atrapada entre las aguas contaminadas y el lodo tóxico, sucumbe a una neumonía aguda, dejando un vacío insuperable en el corazón del parque.
La imagen desoladora se amplía con la noticia de que un león africano y seis guanacos luchan contra problemas de salud debilitantes, manifestados en excreciones teñidas de sangre. La tragedia se multiplica con cada día que pasa, mientras estos nobles animales luchan por sobrevivir en un entorno envenenado por la irresponsabilidad humana.
El director del zoológico, Julio César Medina Ávila, expresa su pesar y frustración ante la pérdida irreparable de la jaguar, destacando su valiosa contribución genética y lamentando la impotencia de no haber podido salvarla. Sin embargo, su voz se eleva en un llamado desesperado a las autoridades pertinentes, instándolas a asumir su responsabilidad en este desastre ecológico.
Las autoridades estatales son instadas a actuar con premura y determinación, presentando denuncias y demandas ante las instancias correspondientes, mientras el zoológico enfrenta una batalla cuesta arriba para salvar a sus habitantes del destino oscuro que les aguarda en un entorno hostil y contaminado.
En medio del dolor y la desesperación, queda claro que esta tragedia va más allá de la pérdida de vidas preciosas; es un recordatorio desgarrador de la fragilidad del medio ambiente y la brutalidad de nuestras acciones sobre él. El silencio del Ayuntamiento de Morelia resuena como una omisión vergonzosa en medio de esta catástrofe, mientras el mundo animal paga el precio de nuestra indiferencia y negligencia.
