Muere jugadora Atziri en cancha de futbol en Lázaro Cárdenas y la liga sigue como si nada

Por M. Ángel Villa Juárez
Morelia, Mich., 26 de mayo de 2025.- Una tragedia se coló en la final del torneo femenil en Lázaro Cárdenas, y ni así se detuvo el juego. Atziri Galeana, chamaca de 15 años y futbolista amateur, cayó fulminada en pleno partido este sábado 24 de mayo mientras defendía los colores de su equipo, Toriz, frente a Chivas. La morra se desplomó al minuto 27 del segundo tiempo, en la Unidad Deportiva Municipal, y ya no volvió a levantarse.

Según el medio local La Femenil Lzc, ni ambulancia había en la cancha y mucho menos un médico. Así, nomás a la buena de Dios, dejaron que las morritas jugaran con 34 grados de calor encima y sin sombra que las cobijara. Cuando Atziri se desmayó y empezó a convulsionar, el cuerpo técnico trató de hacer lo que pudo con maniobras de RCP. No sirvió. La subieron como pudieron a una ambulancia y se la llevaron al hospital más cercano, donde solo confirmaron lo que todos ya temían: había muerto.

Y aunque pareciera que algo tan fuerte pararía todo, la liga ni se inmutó. Siguieron los partidos como si nada, como si no acabara de morir una jugadora frente a decenas de testigos. Ni un minuto de silencio, ni respeto, ni madre. Eso sí, la premiación se llevó a cabo como si el show no pudiera detenerse ni por respeto.

Padres, testigos y jugadoras quedaron marcados, y no de forma figurada. Algunos se acercaron al medio local para pedir la cabeza de los dirigentes de la liga, acusándolos de insensibles y de preocuparse más por las medallitas que por la vida de una menor. “Es reprobable”, tronaron en redes sociales, “que su única preocupación sea realizar una premiación sólo porque es parte del protocolo”.

Por su parte, la Fiscalía General del Estado de Michoacán ya se puso las pilas e inició una investigación para ver qué onda con el fallecimiento y si hubo negligencia por parte de los organizadores. Porque una cosa es el deporte y otra muy distinta jugar con vidas ajenas.

La historia de Atziri no debería quedar enterrada entre trofeos vacíos y excusas de torneo. Porque si a una jugadora la dejan morir así, ¿cuántas más corren peligro en cada patada al balón?