Deborah Jiménez, mujer de 35 años, con un embarazo de 8 meses que fue alcanzada por una bala perdida el lunes en El Bronx. Deborah, narró que el estaba en Grand Concourse cerca de East Fordham Road alrededor de las 7:30 p.m. cuando recibió un disparo que afortunadamente sólo la alcanzó en la pantorrilla izquierda. Junto a ella se encontraban su hija de 11 años y otros parientes, mientras comían en un camión de tacos.
“Estaba de espaldas cuando escuché los disparos”, Jiménez no se dio cuenta de que había recibido un balazo hasta que vio sangre corriendo por su pierna. Ella describió la sensación como una “picadura” que no fue dolorosa al principio, tuvo cuidado de no tirarse al suelo, incluso para no dañar a su bebé por nacer. “Si me hubiera tirado al suelo habría lastimado a mi bebé porque me habría golpeado”.
Un oficial de policía colocó un torniquete alrededor de la pierna de Jiménez para detener el sangrado. Sus parientes también llegaron a su lado y ayudaron a tranquilizarla hasta que arribó la ambulancia. Deborah criticó la violencia armada que ha puesto a los neoyorquinos como ella en la mira de armas. “Es increíble lo que está pasando aquí”, dijo.
También Jiménez está ansiosa por volver a conectarse con el hombre que la ayudó. “Un tipo al azar vino a ayudarme. Él dijo: ‘Relájate, relájate, estamos llamando al 911?”, recordó. “Ojalá pudiera verlo y darle las gracias en persona”, dijo.
Jiménez, quien trabaja en un bufete de abogados, afirma que siente dolor y le cuesta caminar y admitió quedó emocionalmente afectada. “Estoy nerviosa por volver a salir, pero tengo que hacerlo”, lamentó.
Un hombre vestido completamente de negro huyó de la escena, dijeron las autoridades. Al momento no está claro el origen de la balacera.
