Por M. Ángel Villa Juárez
Morelia, Mich. 13 julio 2025.- La cosa se va a poner sabrosa en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), porque la ministra presidenta Norma Piña ya aventó el anuncio: pa’l 18 de agosto se arma una sesión extraordinaria, y no es pa’ tomar café, es pa’ desmenuzar la polémica reforma judicial que trae a medio país hecho bolas.
Así, de la nada y con ese estilo seco que se gasta, doña Norma soltó el comunicado que dejó claro que el pleno de la Corte se va a reunir con carácter de urgente, porque el tema de la reforma ya se volvió un torito bravo que nadie quiere soltar sin meterle el diente a fondo.
Aunque la ministra no dio detalles sabrosos del orden del día, se sabe en los pasillos del poder que lo que se busca es poner sobre la mesa los alcances, riesgos y consecuencias de esta propuesta que muchos tachan de “revancha política” y otros aplauden como “revolución del poder judicial”.
La jugada llega en un momento bien caliente, justo cuando la banda en la política y el derecho está que arde con las posibles implicaciones de elegir a jueces y magistrados por voto popular, de quitarle el colmillo al Poder Judicial, y de dejar la puerta abierta a intereses que pueden tumbar la independencia de los tribunales.
Mientras tanto, la ministra Piña se perfila como la figura clave que puede meterle freno, empuje o forma al desmadrito que se viene. Todo apunta a que el 18 de agosto no será un sábado cualquiera, sino uno que puede cambiar el rumbo de la justicia en el país.
Así que a ponerse buzos, porque lo que se cocine en esa sesión va a tener eco en la calle, en los juzgados y en las urnas.