Por M. Ángel Villa Juárez
Morelia, Mich., 15 de julio de 2025..- Nahuatzen se va a poner de manteles largos, de capas bordadas y con el tambor retumbando, porque el próximo sábado 26 de julio la comunidad será sede del primer Encuentro de Danzas de Moros y Comunidades, un fiestón cultural que reunirá a siete agrupaciones tradicionales de la región en la Pérgola Municipal.
La onda es rescatar lo bueno, lo nuestro, lo que viene desde el alma purépecha. Con música, danza e indumentaria que cargan siglos de historia, el evento será un agasajo de memoria colectiva y puro orgullo indígena.
Desde la Secretaría de Cultura del Estado, Cynthia Ireri Vargas Cervantes —quien vino en representación de la mera jefa, Tamara Sosa Alanís— echó flores al esfuerzo comunitario y dijo que este tipo de encuentros son clave pa’ que los pueblos originarios no solo preserven, sino también luzcan su chamba cultural como se debe.
El presidente municipal, Sergio Antonio Puntos Molina, se mostró más que contento de que Nahuatzen haya sido elegido como sede. “Aquí no solo bailamos, aquí defendemos nuestras raíces con cada paso, cada tamborazo, cada tela bordada”, soltó entre aplausos.
Por su parte, Omar García Gaona, director de Educación, Cultura y Salud del municipio, agradeció el respaldo de la Secum y el entusiasmo del pueblo, sobre todo de niñas, niños y jóvenes que ya se andan apuntando pa’ seguir el legado.
Y es que esta danza no es cualquier cosa. Jesús García García, relator de la Danza de los Moros, contó que esta tradición viene desde el siglo XVI y ha sido reinterpretada con la cosmovisión purépecha. En ella destacan personajes como el Anturco y el Capitán, con sus turbantes metálicos y capas que son una obra de arte en movimiento.
El evento incluirá no solo las danzas, sino también una pasarela de trajes tradicionales y la reseña histórica de cada grupo participante, pa’ que no solo se vea bonito, sino también se entienda el trasfondo de cada paso y cada símbolo.
Así que ya saben: el 26 de julio en Nahuatzen no hay pretexto pa’ no ir a echarse un taco de cultura, porque ahí se va a sentir lo que es tener raíces firmes y un corazón que late al ritmo de la tradición.