¡Otra vez cayó el Raúl! Vecinos de Villas del Pedregal lo amarran por ratero ante la ausencia de la tira de Morelia

Por M. Ángel Villa Juárez
Morelia, Mich., 9 de junio de 2025.- Villas del Pedregal volvió a hacer justicia por su propia mano, porque cuando la tira de Morelia nomás no aparece ni por error, el barrio se organiza, se harta… y actúa.

Este jueves como a eso de las 4:30 de la tarde, vecinos del fraccionamiento agarraron con las manos en la masa a “Raúl”, un viejo conocido de la zona que ya se aventó más de diez vueltas a la barandilla por andar robando. Pero como la ley parece tenerle cariño, siempre regresa al ruedo y sin ninguna pena, como si nada.

Dicen los vecinos que este “pájaro de cuentas” ya trae todo el historial manchado, que no se le da chambear ni poquito, y que ya hasta se sabe las rutas de escape mejor que Uber. Pero esta vez no se salvó, porque tras el reporte de un robo en una de las casas, la gente lo topó y lo agarró al vuelo. Y que lo amarran, pa’ que no se pelara otra vez como siempre.

Lo que encendió más la furia del barrio fue que, como ya es costumbre, la Policía de Morelia nunca llegó, ni un patrullón, ni un agente, ni un alma. Brillaron por su ausencia, como si Villas del Pedregal fuera tierra de nadie. “Nomás andan en el centro tomándose selfies en la moto nueva”, dijo uno de los vecinos, mientras apuntaba con coraje hacia donde debería haber llegado la ayuda.

Aquí uno se harta de vivir con miedo y sin justicia, así que si ellos no hacen nada, nosotros sí”, soltó otra vecina mientras apretaba los dientes, con el susto de lo robado y el coraje de la impunidad.

El Raúl no se la sabía esta vez, porque en lugar de correr, terminó bien amarrado y rodeado de celulares grabándolo pa’ dejar constancia de que la comunidad ya no está pa’ dejar pasar ni una más.

En Villas del Pedregal, la cosa está clara: si la autoridad no actúa, el pueblo responde. Pero también se exige respeto y protección, porque no se vale que tengan que ser los vecinos quienes arriesguen el pellejo mientras los polis miran pa’ otro lado.

Así las cosas en esta Morelia donde la justicia, si llega, llega tarde… o no llega.