Morelia, Michoacán, 18 noviembre 2024.- Según un informe de la Secretaría de Igualdad Sustantiva y Desarrollo de las Mujeres Michoacanas (Seimujer), el Refugio Eréndira ha salvado la vida de 42 mujeres víctimas de violencia de género durante este año. La titular de la dependencia, Alejandra Anguiano González, destacó que las mujeres que llegan al refugio son sobrevivientes de violencia feminicida, y en su mayoría, lo hacen acompañadas de sus hijas e hijos, lo que ha implicado la atención de 57 infancias y adolescencias en 2024.
Sin embargo, la cifra de 5,229 servicios proporcionados este año, que incluyen atención en áreas como trabajo social, psicología, enfermería, pedagogía y jurídico, plantea algunas interrogantes sobre la efectividad a largo plazo de estos programas. Si bien el número de mujeres y niños atendidos es significativo, la verdadera pregunta es si este tipo de atención integral está produciendo cambios tangibles en sus vidas después de su salida del refugio.
Uno de los apoyos destacados es el Fondo para el Fortalecimiento para la Paz (Fortapaz), que ofrece un apoyo económico de 45 mil pesos a las mujeres que egresan del refugio, distribuidos en tres pagos bimestrales. Aunque este apoyo económico tiene como objetivo promover la autonomía de las mujeres, su monto parece insuficiente considerando la gravedad de las situaciones que enfrentan. Además, se hace necesario preguntar si el fondo logra realmente ofrecer una estabilidad financiera duradera o si es solo un paliativo temporal.
Michoacán cuenta actualmente con tres refugios para mujeres víctimas de violencia, uno de ellos operado por la Seimujer y los otros dos por Ayuntamientos. Si bien la existencia de estos refugios es un avance en términos de atención a las víctimas, la sostenibilidad y la calidad de la atención a largo plazo sigue siendo una preocupación central.
El reto de las autoridades es garantizar no solo la cobertura inmediata de las necesidades básicas de las mujeres y sus hijos, sino también su integración plena en una sociedad que muchas veces sigue siendo hostil hacia las sobrevivientes de violencia de género.
