Morelia, Mich. 19 mayo 2025.– Tras días de creciente presión social, Alejandro González Cussi presentó su renuncia como comisionado de la Policía Municipal de Morelia. El detonante fue un escándalo ampliamente difundido en redes sociales, donde se evidenció a elementos de la corporación consumiendo bebidas alcohólicas en horario de servicio, y posteriormente deteniendo a los jóvenes que los grabaron y compartieron el material en línea.
El video, que rápidamente se viralizó, muestra a oficiales municipales en aparente estado de ebriedad y sin justificación operativa, una imagen que contrasta fuertemente con el discurso oficial de profesionalismo y cercanía ciudadana promovido por la administración municipal. La reacción de los uniformados —que incluyó la detención arbitraria de los jóvenes y la incautación de sus teléfonos móviles— generó una oleada de indignación en la opinión pública y medios locales, exigiendo rendición de cuentas y una investigación a fondo.
Ante el costo político del incidente y la pérdida de credibilidad institucional, González Cussi presentó su renuncia al presidente municipal, Alfonso Martínez Alcázar, quien la aceptó sin mayores comentarios públicos. En su lugar, fue designado de manera provisional el comisario Pablo Alarcón Olmedo como encargado del despacho de la Comisaría.
La renuncia marca un punto crítico en la gestión de seguridad de Morelia, una ciudad que ha enfrentado un aumento sostenido en los índices de delitos patrimoniales y hechos violentos en los últimos meses. Aunque durante su paso por la comisaría, González Cussi promovió diversas iniciativas como el incremento de patrullas, la contratación de más elementos y la creación de una unidad para la atención de personas con discapacidad —única en el país—, estos logros quedaron opacados por múltiples denuncias de abusos policiales y una percepción ciudadana de impunidad y descontrol en el actuar de los agentes.
Cabe recordar el grave incidente en el que una supervisora de la Policía de Morelia detuvo y consignó ante la Fiscalía del Estado a tres vigilantes comunitarios del fraccionamiento Villas del Pedregal, el más grande de la ciudad. Los detenidos fueron trasladados al CERESO, donde permanecieron presos durante una semana. Posteriormente, fueron liberados debido a que la policía municipal no presentó las grabaciones de las cámaras corporales ni acudió a la audiencia judicial correspondiente al caso.
Organizaciones civiles, Colectivos y asociaciones vecinales han señalado desde hace meses la falta de mecanismos efectivos de supervisión y castigo a elementos que incurren en prácticas irregulares. La reciente detención de los jóvenes, grabada y difundida ampliamente, fue la gota que derramó el vaso en una administración que ya enfrentaba un severo desgaste en materia de seguridad pública.
La salida de González Cussi también representa un revés político para el alcalde Alfonso Martínez, quien ha mantenido un estrecho vínculo con el ahora ex comisionado desde su primer periodo al frente del gobierno municipal.