Por M. Angel Villa Juárez
Morelia, Mich. 5 septiembre 2025.-.- Tras la visita del secretario de Estado gringo, Marco Rubio, la presidenta Claudia Sheinbaum soltó la sopa en su mañanera: sí se mencionó el caso de Ismael “El Mayo” Zambada, pero el funcionario nomás escuchó y no dijo ni pío.
Según la mandataria, fue el secretario de Seguridad mexicano quien metió el tema sobre la mesa, cuestionando por qué la violencia en Sinaloa se disparó desde que agarraron al viejo capo del Cártel de Sinaloa en 2024. Rubio se quedó callado, como quien oye llover, y cambió de tema.
Pero México no se quedó de brazos cruzados. Sheinbaum reveló que también le metieron presión a los gringos para que entreguen a otros criminales de alto perfil, apelando a la “reciprocidad” entre naciones. Aunque no soltó nombres, se sabe que en la lista están tanto el Mayo como Genaro García Luna, preso en Colorado y señalado de andar de la mano con los narcos.
La presidenta recordó que la FGR ya pidió desde hace meses la extradición de Zambada por delitos como secuestro y tráfico ilegal de personas, además de tres órdenes de aprehensión que le esperan en México. Pero el gobierno de Estados Unidos sigue pateando el bote.
Sobre García Luna, Sheinbaum dijo que el caso sigue vivo: hay carpetas abiertas, órdenes de aprehensión listas y el gobierno mexicano insiste en que debe responder por sus cochinadas acá, no solo por lo que le achacan en el norte.
Mientras tanto, la neta es que lo único claro es que EU sigue haciendo oídos sordos, y los capos y políticos embarrados siguen siendo moneda de cambio en las mesas de poder.