¡Sopas! Catean dos cantones en Juárez por cochinero del Crematorio Plenitud

Por M. Ángel Villa Juárez
Morelia, Mich. 09 julio 2025. – El chisme no es menor, y esta vez trae olor a humo y misterio. Resulta que la Fiscalía del Estado de Chihuahua le cayó con todo a dos domicilios en Juárez, por el caso del Crematorio Plenitud, ese donde las cosas huelen más a crimen que a incienso funerario.

La movida fue orquestada por la Fiscalía de Distrito Zona Norte, y en el operativo se aventaron con toda la artillería: Ministerio Público, agentes estatales, peritos y hasta tropa del Ejército y la Guardia Nacional para cubrir el perímetro.

Primer cantón: con papeles en regla… pero sospechosos

El primer cateo fue en una casa ubicada sobre la calle Villa del Sol, en la colonia Villas del Bravo, donde los sabuesos de la ley hallaron documentos que podrían estar ligados al crematorio de la polémica, y no precisamente para darle el último adiós a nadie, sino como parte de una red de irregularidades que ya levanta más sospechas que un velorio sin ataúd.

Segundo cantón: puro polvo y telarañas

De ahí, la banda investigadora se fue directo a otro domicilio, ahora en la calle Antonio Castro Leal, de la colonia Infonavit Casas Grandes. Ahí sí, ni rastro ni novedad que contar. Todo tranquilo, pero se revisó con lupa.

¡Y todo por el caso Plenitud!

Aunque la Fiscalía aún no suelta toda la sopa, los cateos forman parte de la carpeta que trae en jaque al Crematorio Plenitud, envuelto en un escándalo que incluye presuntas irregularidades en la disposición de cuerpos, documentos chuecos y quién sabe qué más.

Por lo pronto, la autoridad anda hurgando entre papeles, cuentas, permisos y demás hierbas del lugar, y los operativos seguirán hasta que se sepa qué pasó con la cremación de varios difuntos, cuyos familiares exigen justicia y respeto.

La tropa vigilando

En ambos cateos, el Ejército y la Guardia Nacional hicieron acto de presencia, resguardando los accesos como si se tratara de un operativo antidroga. El objetivo era que nadie se colara o escapara con evidencia en mano. Según se sabe, todo salió bajo control y sin broncas.

¿Qué sigue? Las investigaciones continúan, y lo que parecía un simple negocio funerario ya huele a historia turbia de proporciones estatales.

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