Morelia, Michoacán, 15 de marzo de 2025 – Una serie de eventos tensos sacudió este sábado al estado de Michoacán, cuando elementos de la Guardia Civil estatal tomaron varios de sus propios cuarteles en diferentes puntos de la entidad, en lo que parece ser una protesta escalada por demandas laborales no atendidas. La situación derivó en la intervención de la Guardia Nacional, que ingresó a los cuarteles de Apatzingán y Coalcomán para intentar restablecer el orden y revisar el armamento en posesión de los manifestantes.
El conflicto comenzó en las primeras horas del día, cuando agentes de la Guardia Civil, inconformes por la falta de respuesta a exigencias como la restitución de bonos económicos, mejora en equipamiento y aumentos salariales, cerraron el acceso a instalaciones clave en regiones como Morelia, Uruapan, Apatzingán, Coalcomán y Huetamo. En Morelia, los manifestantes bloquearon las inmediaciones de la Secretaría de Seguridad Pública, mientras que en otros puntos estratégicos se reportaron acciones similares, paralizando parcialmente las operaciones de la corporación.
Ante la negativa de los oficiales a deponer su actitud y permitir el acceso a las instalaciones, elementos de la Guardia Nacional fueron desplegados en una operación coordinada. En Apatzingán y Coalcomán, dos de las zonas más afectadas por la inseguridad en el estado, los agentes federales ingresaron a los cuarteles tomados con el objetivo de verificar las licencias colectivas de portación de armas y garantizar que el armamento no fuera utilizado de manera indebida durante la protesta. Hasta el momento, no se han reportado enfrentamientos directos, pero la tensión en ambas localidades permanece alta.
Fuentes cercanas a la Secretaría de Seguridad Pública estatal indicaron que las autoridades buscan dialogar con los líderes del movimiento para evitar una escalada mayor, mientras que el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla no ha emitido un pronunciamiento oficial sobre los hechos. Por su parte, la Guardia Nacional ha reforzado su presencia en las zonas de conflicto, en un intento por mantener la estabilidad en regiones históricamente marcadas por la violencia y la delincuencia organizada.
La toma de los cuarteles ha generado preocupación entre la ciudadanía, que teme que la paralización de las actividades de seguridad deje un vacío en la vigilancia de áreas críticas. Organizaciones civiles han hecho un llamado a las autoridades federales y estatales para resolver el conflicto de manera pacífica y atender las demandas de los agentes, quienes aseguran que su protesta es una medida desesperada tras años de promesas incumplidas.
Hasta las 11:55 p.m. de este sábado, la situación sigue en desarrollo, con reportes de negociaciones en curso y un despliegue continuo de fuerzas federales. Se espera que en las próximas horas se brinde un informe oficial que detalle el alcance de la intervención y las medidas a tomar para restablecer la operatividad de la Guardia Civil en Michoacán.