Por M. Ángel Villa Juárez
Morelia, Mich. 25 de junio de 2025..- Las cosas se pusieron rudas en Medio Oriente, y según palabras del mismísimo Donald Trump, Israel “fue golpeado muy fuerte” por Irán, tras la andanada de misiles que la nación persa lanzó en represalia por un ataque previo de Tel Aviv a sus instalaciones nucleares.
En plena cumbre de la OTAN en La Haya, el presidente de Estados Unidos no se anduvo con rodeos: “Esos misiles balísticos destruyeron muchos edificios”, soltó, dejando en claro que la ofensiva iraní sacudió a fondo el terreno israelí.
La cosa no fue menor: Irán respondió con más de 20 oleadas de misiles, entre ellos el temido Khyber, con alcance de 2 mil kilómetros y una ojiva de 1,500 kilos. Por si fuera poco, también se usaron los Fattah-1, misiles hipersónicos capaces de alcanzar velocidades brutales entre Mach 5 y Mach 15, con una precisión que dejó mal parada a la famosa “Cúpula de Hierro” israelí.
Tras la sacudida, Trump salió de mediador y anunció una tregua el 24 de junio, asegurando que ambas partes se le acercaron casi al mismo tiempo con la palabra “¡paz!” en la boca. Pero el alto al fuego duró lo que un caramelo en la puerta de una escuela: Israel acusó a Irán de violarlo, Irán dijo que eran mentiras y que los que rompieron la tregua fueron los israelíes.
A medio este dime y direte, Trump terminó regañando parejo: acusó a los dos de no respetar el pacto y exigió que se calmaran los ánimos, mientras que Rusia, China y varios países más se fueron directo contra Tel Aviv, acusándolo de haber iniciado el relajo y de violar tanto la Carta de la ONU como el derecho internacional.
Por ahora, lo único claro es que la paz está colgando de un hilo, y en ese rincón del mundo, cualquier chispazo puede volver a prender el polvorín.