Por M. Ángel Villa Juárez
Morelia, Mich. 30 de junio de 2025.- Donald Trump volvió a hacer de las suyas en redes, ahora para defender con capa y espada a su cuate, el primer ministro israelí Benjamín “Bibi” Netanyahu, quien sigue en el banquillo por corrupción, sobornos y abuso de confianza, todo mientras sigue gobernando Israel y negociando con Hamás el tema de los rehenes.
El expresidente gringo —que no suelta el micrófono ni en campaña ni en tribunales— se quejó de lo que, según él, es otra “cacería de brujas”, igualita a la que le hicieron a él. “Es terrible lo que le están haciendo en Israel a Bibi Netanyahu”, escribió Trump con ese tono de mártir que lo caracteriza, agregando que todo este circo judicial entorpece las pláticas con Irán y Hamás. O sea, que ni en guerra se detienen los trancazos políticos.
Trump aprovechó para echarse flores de paso: dijo que con Netanyahu al frente, hicieron juntos un gran jale contra la amenaza nuclear iraní, y que ahora la justicia israelí está echando todo a perder. “Suelten a Bibi, tiene una gran tarea que hacer”, clamó el magnate neoyorquino con más drama que telenovela.
Y no se quedó ahí. También recordó que Estados Unidos gasta miles de millones en proteger y apoyar a Israel, y advirtió que su gobierno no piensa cruzarse de brazos mientras al “héroe de guerra” le echan la ley encima.
Bibi y sus broncas legales
Netanyahu carga con tres cargos que le hacen sombra desde 2020: fraude, soborno y abuso de confianza, pero el juicio ha sido más lento que tráfico en hora pico. Lo han pospuesto más de una vez, alegando temas de seguridad en Gaza y con Hezbolá. Ahora sus abogados piden dos semanitas más por los “acontecimientos globales” —así de vaga la cosa.
Y aunque el presidente de Israel, Isaac Herzog, podría darle el indulto, ya dejó claro que eso ni está sobre la mesa por ahora. Así que el juicio sigue, y si no se atraviesa otra bronca geopolítica, se espera que dure al menos un año.
Mientras tanto, Trump aprovecha la volada para meter presión, en lo que parece tanto defensa personal como campaña política. Porque si algo sabe hacer el exmandatario, es pelear pleitos ajenos como si fueran propios… cuando le conviene.