Por M. Ángel Villa Juárez
Morelia, Mich. 21 agosto 2025..- La neta, la banda ya no se anda con rodeos: el cinismo de Alfonso Jesús Martínez Alcázar y de su primo tiene a todo mundo hasta el tope. Mientras el alcalde presume que anda “rescatando” la vía pública, quitando carros, botes, anuncios y hasta caballetes, resulta que su propia familia invade calles y hasta construye sobre ellas.
El caso más descarado está en la privada de Avenida Universidad, donde el primo del alcalde montó su taller mecánico en plena calle, cerrando todo un carril y dejando solo uno para circular. El desmadre es tal que los vecinos ya no aguantan:
—“Mira, compa, ya estamos hasta la madre. Uno pone un techito en su casa y rápido llega la policía a quitártelo, pero al primo del alcalde lo dejan hasta levantar paredes en la calle. ¿Eso es justicia?”, soltó don Chava, vecino de la privada.
—“Es un tráfico de locos, aquí se hace un embudo. Ya nomás falta que nos cobre por pasar frente a su taller”, agregó doña Mary, que vive al fondo y batalla diario para salir.
—“Dicen que Alfonso anda quitando plumas, rejas y casetas por ser vía pública, ¿entonces por qué aquí se hace de la vista gorda? Pues porque es su primo, así de fácil”, gritó un chavo que prefirió no dar su nombre.
La gente recuerda que al alcalde no le tembló la mano para tumbar bardas, casetas y hasta negocios enteros por supuestas invasiones, pero con los suyos aplica otra vara. Y encima, el señor también se ha servido con la cuchara grande con su hotel, usando la terraza irregular como estacionamiento exclusivo.
En Morelia, parece que la ley no es pareja: a los ciudadanos comunes los chingan por todo, y a los allegados al poder les ponen alfombra roja para que hagan lo que quieran.