¡Y los echaron como si nada! Más de 500 petroleros a la calle sin derecho a jubilación

Por M. Ángel Villa Juárez
Morelia, Mich., 10 de junio 2025.- La raza de Pemex está que no se la acaba. Desde el 6 de junio empezó la limpia brava en la petrolera y más de 500 trabajadores ya fueron bateados sin más ni más, como si fueran chatarra. Y lo peor: sin reconocerles su derecho a jubilarse, a pesar de haberse roto el lomo durante años en la empresa que un día fue orgullo nacional y ahora nomás reparte miseria.

Dicen los de arriba que la movida se debe a una “reestructura interna” para ahorrar unos billetitos, según esto pa’ hacerla más eficiente. Pero la neta, la banda no se la traga. El rollo es que quieren ahorrar más de 18 mil millones de pesos a costa de miles de chambas. ¡Puro cuento!

Los primeros en caer fueron de la Dirección de Refinación, y se espera que el hachazo llegue hasta 3 mil empleados. Todo esto pa’ que Pemex “integre” sus operaciones bajo un solo esquema. O sea, quieren tapar el sol con un dedo.

Pero lo que de verdad encendió la mecha fue que están corriendo a la banda sin dejarles jubilarse, aunque muchos ya tienen los años y el derecho. En vez de eso, les avientan una liquidación raquítica y vámonos, como si fueran nuevos. “Nos están robando lo que ya ganamos”, dijo uno de los afectados sin dar su nombre, con coraje en la voz.

Ante esta gacha jugada, varios trabajadores ya preparan demandas laborales, y el asunto va derechito pa’ los nuevos jueces que salieron de una elección interna que ni el 15% del gremio peló. Ahora les toca demostrar si son de fiar o nomás son otro brazo del poder.

Mientras tanto, la nueva presidenta Claudia Sheinbaum salió a decir que los despedidos “pueden buscar otra actividad”. ¡No pues gracias, señora presidenta! Con eso no se llena el refri ni se paga la renta.

El gobierno insiste en que se trata de una política de austeridad, pero lo que se ve es una catástrofe para miles de familias que ya se quedaron sin sustento. Y ojo, porque lo que pase con estas demandas va a marcar la pauta de cómo se defenderán (o no) los derechos laborales en este sexenio.

Así que, raza, a estar pilas, porque lo que le están haciendo a los de Pemex mañana puede ser el pan de cada día en cualquier otro rincón del país.